Salieron a la calle cientos de personas, chillando,
ataviadas con los colores de su grupo. Hondeaban banderas en los balcones, en
las puertas de las casas y en los cristales de los escaparates de muchas tiendas.
Lanzaban a gritos consigas contra unos y a favor de otros. La masa, enfervorecida,
era como una ola que lo arrasaba todo a su paso. Los camiones más grandes del
pueblo avanzaban por la carretera cargados sus volquetes de jóvenes exaltados,
mujeres y niños que cacharreaban ensordecedoramente sartenes, cazos y tapaderas
de ollas. Los coches en procesión avanzaban
lentamente uno tras otro con pitidos intermitentemente insoportables, sin miedo
a las fuerzas del orden que se ubicaban en la casa de la esquina.
Algunos, los del otro bando, no salieron por
miedo, y se asomaban tras las rendijas de las persianas observando indignados
el espectáculo dantesco de banderas y voces desaforadas.
Los más jóvenes se arrancaban las camisetas
ofreciendo su pecho descubierto y sudoroso a la causa del momento y se
embadurnaban con pinturas de guerra la cara, los brazos, el torso.
Las explosiones al aire acompañaban a una ruidosa
excavadora cuya pala iba cargada con 10 niños pequeños que gritaban vivas de
triunfo.
Podría haber sido la llegada de la Revolución,
podría haberse tratado de la protesta de la clase media contra los temidos recortes,
contra la desfachatez de Bankia, contra la enigmática prima de riesgo, contra el paro y la maldita crisis. Pero no, solo era fútbol,
“panem et circenses”*.
* «Panem et circenses» «Pan y circo», expresión peyorativa de uso actual que describe la práctica de un gobierno que, para mantener tranquila a la población u ocultar hechos controvertidos, provee a las masas de entretenimiento de baja calidad.
Impresionante , "El futbol"
ResponderEliminarAbrazos
podría haber sido,
ResponderEliminarpero más bien será que;
necesitamos este tipo de actos.
no veo mal que la gente salga a la calle por el fútbol, me apena que luego no salgan por lo importante, no debería estar reñido, pero bueno... así nos va
ResponderEliminarMuy bueno, me he recordado algún cuento de Cortazar. Que razón tienes, dan miedo, miedo y lástima.
ResponderEliminarSí, así es, esa es la realidad, mueven el culo por el fútbol pero se quedan parados cuando lo que se está decidiendo es su futuro y el de sus hijos.
ResponderEliminarBesitos
Te invito a que leas mi última entrada. Finaliza igual que la tuya, panem et circensis.
ResponderEliminarsaludos
al final no habrá ni para pan (chimpón)
ResponderEliminartengo dicho que me entierren con la nariz de payaso.
Si lo ha sido la verdad. En realidad iba navegando por la red tratando de captar seguidores y leí tu entrada y me gustó bastante. Corta pero muy explícita e irónica, gata de cuero.
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